La reutilización de aguas residuales exige la adopción de medidas de protección de la salud pública. En todo proceso de recuperación y reutilización de aguas residuales existe algún riesgo de exposición humana a los agentes infecciosos. El tratamiento de las aguas residuales para fines de reutilización o regeneración de aguas, tiene como fin principal la reducción considerable de los microorganismos patógenos, además de la eliminación de malos olores u otras sustancias que pudiesen tener un efecto negativo en la práctica de su utilización, como por ejemplo, en el caso de riegos agrícolas, los sólidos en suspensión que pueden obstruir las boquillas de los aspersores y goteros.
El siguiente gráfico muestra el procedimiento habitual de consumo de agua donde vemos que, para el uso de riego agrícola, hay que someter al agua a un proceso de regeneración.
ETAP: Estación de tratamiento de agua potable
EDAR: Estación depuradora de aguas residuales
ERA: Estación regeneradora de agua
Según el Real Decreto 1620/2007 por el que se establece el Régimen Jurídico de la Reutilización de las Aguas Depuradas, se distinguen los siguientes tres grupos de cultivos en cuya producción puede intervenir el riego con aguas regeneradas:
A. Productos de consumo humano en fresco
B. Productos de consumo humano no fresco, consumo para animales productores así como acuicultura
C. Cultivos leñosos, ornamentales y cultivos no alimentarios
El citado RD especifica que para los supuestos A) y B) el riego se debe interrumpir dos semanas antes de la recolección de la cosecha. En el caso de árboles frutales, se advierte que la fruta no debe ser recogida del suelo. En cualquier caso deben extremarse las medidas de higiene en la recolección y en el manejo de los productos en destino.
Respecto a los sistemas de riego, el RD señala que el riego por goteo es el más adecuado para utilizar agua regenerada. Se recomienda la utilización en general de dispositivos que disminuyan las pérdidas por evaporación, escorrentía e infiltración, como por ejemplo el uso de reguladores de presión, goteros compensantes, válvulas y sistemas antidrenantes, etc.
Debe minimizarse el riesgo de encharcamiento, además hay que asegurar que la escorrentía superficial quede confinada en el propio terreno. Esto puede conseguirse con la automatización de los sistemas de riego.
Si el sistema de riego empleado es por aspersión o microaspersión existe la posibilidad de que se produzca aerosolización, es decir, la dispersión del fluido en forma de aerosol, sobre todo cuando se trabaja con presiones medias-altas y diámetros de boquilla pequeños. En este caso deben cumplirse las siguientes exigencias para evitar o minimizar el contacto de las personas con el agua:
El riego debe hacerse preferentemente de noche o cuando las instalaciones estén cerradas al público. Además, debe programarse de modo que las plantas dispongan del tiempo suficiente para secarse antes de que los usuarios tengan acceso a la zona regada.
Se deben utilizar aspersores de tipo emergente que permanezcan tapados a nivel del suelo cuando no estén regando.
Los aspersores a utilizar deben ser de corto alcance y baja presión, lo que evita que se formen gotas finas o muy finas.
Los aerosoles creados por los aspersores no deben alcanzar de forma permanente a los trabajadores, vías de comunicación asfaltadas o áreas habitadas, estableciendo si es preciso, obstáculos o pantallas que limiten la propagación.
Los depósitos de agua potable deben estar protegidos de los aerosoles de agua regenerada que puedan caer directamente o llegar por la acción del viento.
Calidad del agua regenerada
Según se indica en el RD 1620, los parámetros que siempre hay que controlar son:
Nematodos intestinales, Escherichia coli, sólidos en suspensión y turbidez. Los dos primeros como indicadores microbiológicos y los otros dos como indicadores físico-químicos.
Asimismo, y dependiendo del tipo de aplicación o destino del agua regenerada, el RD de reutilización exige controlar otro tipo de parámetros, como por ejemplo, la Legionella spp en caso de que se produzca aerosolización.
La siguiente tabla resume los criterios de calidad que debe de tener el agua regenerada para su uso como agua para riego agrícola y las frecuencias mínimas de muestreo iniciales, que pueden verse modificadas por el organismo de cuenca.
“Criterios de calidad para la reutilización de las aguas para uso agrícola (RD 1620/2007)”
El parámetro turbidez refleja el contenido de materias coloidales, minerales u orgánicas, donde suelen alojarse los microorganismos. Una turbidez excesiva puede proteger a los microorganismos de los efectos de la desinfección aplicada en el tratamiento de regeneración, estimular la proliferación de bacterias y aumentar la demanda de cloro a lo largo del sistema de distribución.
Señalización
El color que identifica las infraestructuras de tratamiento, almacenamiento y distribución del agua regenerada es el violeta (PANTONE 2577U o RAL 4001).
La obligación de señalización afecta también al usuario del agua regenerada que deberá identificar con color violeta las infraestructuras de canalización, las tapas de arqueta, las bocas de riego, aspersores, válvulas y otros elementos del sistema de riego para que sean debidamente identificados.
Tanto las canalizaciones como todos los elementos del sistema de riego deberán estar señalizados con la leyenda “AGUA REGENERADA NO POTABLE”.
Por último, el uso de las aguas regeneradas está prohibido en los siguientes casos:
Para el consumo humano, salvo en situaciones catastróficas.
Usos propios de la industria alimentaria excepto para aguas de proceso y limpieza.
Uso en instalaciones hospitalarias.
Para el cultivo de moluscos filtradores en acuicultura.
Uso recreativo como aguas de baño.
Uso en torres de refrigeración y condensadores evaporativos.
Utilización en fuentes y láminas ornamentales en espacios públicos o interiores de edificios públicos.
Cualquier otro uso que las autoridades consideren que conlleva riesgos para la salud o perjuicio para el medio ambiente.